domingo, 26 de julio de 2009

Érase un hombre en un metro cúbico encerrado...














Así de sencillo o así de complejo. Un espectáculo diferente y unipersonal, el que nos propone Fernando Sánchez Cabezudo. Él mismo es "el hombre cúbico"quien, con la estética del personaje de Charlot, recibe las llaves de su nuevo piso y decide mudarse. Cuando abre la puerta advierte que las dimensiones de su nuevo hogar son de poco más de un amplio metro cúbico. Humor gestual en vivo, que se combina con el acertado montaje de imágenes y sonidos digitales.
Su estética basada en elementos del surrealismo y el teatro del absurdo tiene como contrapunto iconos, imágenes y temáticas de absoluta actualidad, tan cercanas a nosotros como lo son la especulación inmobiliaria, la violencia y los medios de comunicación, o la soledad del individuo en la ciudad.
50 minutos de teatro de pequeñas dimensiones pero de la mejor calidad.

El aplauso a “Metro cúbico” ha sido sonoro en materia de galardones, pues fue reconocido con el Premio Jóvenes Creadores del Ayuntamiento de Madrid.
METRO CÚBICO. Cuarta Pared.