"Desde hace 33 años, unos 200.000 saharauis viven en los campamentos de Tinduf, en una zona lejana de desierto argelino conocido como la hamada, el infierno.
Armados de esperanza, paciencia y dignidad, han conseguido crear escuelas y hospitales, granjas y huertos, para sobrevivir dignamente en medio de la nada".
"Mientras, en su tierra, el Sahara Occidental, invadido por Marruecos cuando España lo abandonó en 1976, se suceden las detenciones ilegales, las torturas y las desapariciones delos saharauis que quedaron allí. A ellos les ha tocado sobrevivir en los territorios ocupados, separados de los demás por un muro, el muro de la vergüenza de más de 2.300 kilómetros que recorren de norte a sur el Sahara Occidental".
"Y mientras tanto, un país partido en dos y miles de familias soportando más de 30 años de sufrimiento, separación y exilio. Una parte viviendo en campamentos de refugiados en pleno desierto, el desierto de todos los desiertos y la otra, privada de los más elementales derechos individuales, soportando a represión y la falta de libertades bajo la ocupación militar marroquí...Un triste balance, un pueblo partido en dos..."
El don Saharaui. La Noche en Blanco
