Una fotografía en blanco y negro de pequeño formato. Enmarcado por dos ventanas, de las que sólo vemos fragmentos, aparece medio oculto por restos de un papel de flores el cuerpo desnudo de una mujer. Apoyada en la pared, sus pies desnudos la sitúan sobre el suelo de madera de una casa abandonada. Las paredes muestran con grietas el paso del tiempo...Parece estar hablando de su cuerpo, de ella misma tal vez, de su forma de relacionarse con el entorno...Y de la ficción entremezclada con la realidad...Un cuerpo (el suyo) que parece surgir de las extrañas de una habitación, y mientras surge, el papel de las flores que lo cubre va desgarrándose a su paso...
Francesca Woodman. Camuflajes en la Casa Encendida
