"Dos hermanos, Jomi y Senén Oligor, se encerraron en un sótano durante tres años y se dedicaron a construir muñecos, juguetes mecánicos, autómatas, utilizando material reciclado… Fueron llenando su espacio de cables, poleas, luces y alambres. Se fue creando en este sótano una inmensa instalación, un universo reflejo de su mundo interior. Crearon un espectáculo íntimo, fruto de la lucha por expresar, sacar fuera aquello que tenemos de humano, de sensible, una creación pura. Un espectáculo que es una historia de amor, una de las infinitas historias de amor que se han contado, pero contada de tal forma que se convierte en la historia del amor. Hace revivir al espectador su yo más íntimo".
Se descorre la lona y se abre el camino hacia la magia. En el interior una penumbre acogedora permite vislumbrar las formas de un circo en miniatura. Un entramado de alambres, poleas, pedales y artilugios mecánicos provoca el asombro de los cincuenta espectadores en las estrechas gradas de este circo diminuto. La historia de amor y desamor de Virginia y Valentín, dos títeres que habitan este universo de cajas de música y pompas de jabón. Tan mágica como una cajita de música, tan frágil como una pompa de jabón...
Una de las cosas más bellas que he visto...(Gracias por haber tenido la intención de llevarme contigo a verlo)...
Las tribulaciones de Virginia de los Hermanos Oligor. Auditorio Universidad Carlos III (Madrid).