El objetivo de un viaje es sólo el inicio de otro viaje

Muchas gracias por ayer

Cosas de hermanas

Ana

Tu cuerpo y el mío, guardaron secretos, y una rara armonía.

Celeste Carballo

Aliento

Aliento

Inhalación, exhalación...aliento

A veces llegamos a un punto de nuestras vidas en el que nos es difícil respirar.

A través del encuentro con esta mujer, él experimenta el momento más féliz de su vida a pesar de que sus días están contados. Él va a perder su aliento pronto..

La respiración dolorosa del convicto y de la mujer lentamente se convierten en una.

Cuando la mujer exhala, el hombre inhala. Cuando la mujer inhala, el hombre exhala.

Pero cuando uno deja de respirar, el otro también lo hace...

Breath de Kim Ki-duk (2007)

Cierra los ojos y verás..

Sally Mann

No dejes que este mundo roto

estropee tu sonrisa..

Heart Shaped Bricks de Francesca Woodman

Hambre

Un millón de niños se nos muere de hambre y un silencio se duerme contemplándolos.

La fotografía fue tomada por Kevin Carter en Sudán en 1993.

Porque es hora de despertarse...

http://www.accioncontraelhambre.org/

Desordené átomos tuyos para hacerte aparecer.

Gustavo Cerati

De momento abril

Esta mañana escuché en el jardín de tu casa

una canción que decía algo parecido

a lo que venía pensando mientras tu leías un libro

y me quede sin palabras

por qué no tuve ni tengo el valor de decirlo,

que me hubiera marchado contigo de habérmelo pedido...

Y luego me he ido

y me han venido de golpe las cosas que te hubiera dicho,

las cosas que nunca te digo

porque siempre me pasa lo mismo...

La Bien Querida en La Casa Encendida.

El beso (V)

El beso de Mario Irarrázabal

¿Por que se ha de temer a los cambios?

Toda la vida es un cambio

H. G. Wells

Cosas de hermanas

Lidia y Celia

Se ama lo que no se posee del todo

Manuel Vicent

Suha: ¿Por qué están haciendo esto?

Khaled: Si no podemos vivir como iguales, al menos moriremos como iguales.

Suha: Si pueden matar y morir por la igualdad deberían poder encontrar una forma de ser iguales en vida.

Khaled: ¿Cómo? ¿A través de un grupo de derechos humanos?

Suha: ¡Por ejemplo! Entonces al menos los israelíes no tienen una excusa de seguir matando.

Khaled: No seas tan ingenua. No puede haber libertad sin lucha. Mientras haya injusticia alguien debe hacer un sacrificio.

Suha: Esto no es sacrificio. Es venganza. Si matas, no hay ninguna diferencia entre la víctima y el que ocupa.

Khaled: Si tuviéramos aviones, no necesitaríamos mártires. Esa es la diferencia.

Suha: La diferencia es que el ejército israelita todavía es más fuerte.

Khaled: Entonces déjanos ser iguales en la muerte. Todavía tenemos el paraíso.

Suha: El paraíso no existe. Sólo existe en tu mente.

Khaled: ¡Qué Dios no lo permita! Que Dios te perdone… De todas formas, prefiero tener el paraíso en mi mente que vivir en este infierno. En esta vida estamos muertos de todas formas. Uno escoge la amargura cuando la alternativa es aún más amarga.

Suha: ¿Y nosotros qué? ¿Los que nos quedamos? ¿Nosotros ganaremos de esta forma? ¿No ves que lo que hacen es destruirnos a nosotros? ¿Y que le dan a Israel una excusa para continuar?

Khaled: ¿Entonces sin una excusa, Israel se detendrá?

Suha: Tal vez. Debemos convertirla en una guerra moral.

Hany Abu-Assad narra su historia con estilo documental, sin justificar los actos de los protagonistas, pero mostrándolos como seres humanos, en el ojo del huracán de un horrible conflicto, cuya solución no puede ser, nunca, la violencia. Su intención es convertir en visibles las historias de las personas invisibles.

Paradise now de Hany Abu-Assad (2005)

Francesca Woodman

Vivimos en el fondo de un mar de aire.

Evangelista Torriceli

Una mirada sobre los amores perdidos...

Tres historias contemporáneas inspiradas en las eternas emociones expresadas por las preciosas muñecas del teatro Bun-raku. Tres historias delicadamente interrelacionadas por la belleza de la tristeza, donde los silencios hablan de un amor desesperado y sincero.

Kitano explica que cuando aún era aspirante a cómico en un barrio de Tokio vió a una pareja que caminaban atados con una cuerda. La gente de la cuidad los llamaba los vagabundos atados. Aunque corrían muchos rumores sobre ellos, nadie sabía realmente cuál era su historia ni cómo habían acabado atados vagando por las calles, pero su imagen quedó grabada en la mente del futuro cineasta. Dos enamorados atados para siempre, Sawako y Matsumoto...Una pareja atada cruzando ciudades y campos durante las cuatro estaciones, con la mirada perdida y sólo hablando en sus recuerdos, una de las imágenes más hermosas de esta película.

Dolls de Takeshi Kitano (2002)

Tú y yo

Eramos la puerta que siempre está abierta

ahora somos fotos en un carpeta...

Tú y yo en el tiempo

los dos congelados,

tú y yo en el río

los dos abrazados,

tú y yo en el mismo sofá

tú y yo en la cama

tú y yo en el mar...

Delafe y las flores azules – Eramos

J 8, 20h. Joy Madrid

Los pequeños detalles

"La primera vez que leí el libro "A single man", de Christopher Isherwood, fue a principios de la década de 1980, y me sentí conmovido por la sinceridad y la simplicidad de la historia. En ese momento, tenía poco más de 20 años. Hace tres años, después de buscar un proyecto adecuado que poder desarrollar como mi primera película, se me ocurrió que a menudo pensaba en esta novela y en su protagonista, "George". Volví a cogerla y a releerla. Ahora, ya cerca de la cincuentena, vi el libro de una forma completamente distinta. Es una historia profundamente espiritual, sobre un día en la vida de un hombre que se ve incapaz de ver su futuro. Es una historia muy universal sobre aprender a aceptar el aislamiento que todos sentimos y sobre la importancia de vivir en el presente y comprender que los pequeños detalles de la vida son, en realidad, lo más importante de la misma."

Tom Ford. A single man (2009)

¿Qué haría yo sin vuestros pequeños detalles?

Cosas de hermanas

Miles de gracias a todas las hermanas y primas que han hecho posible la magia de estas fotos (Marina, Ana, Aurora, Lidia, Celia, Adriana y Daniela)...Otras tantas a José Veses por tu apoyo (incondicional) en todos nuestros proyectos y a Marcos, Fran y Javi...

En un minuto hay muchos días

Sente-me

Sente-me(Feel Me)De Helena Almeida, 1979

El hombre invisible

I n v i s i b l e
Del Latín invisibilis
ADJETIVO
Que no se puede ver.

Homeless pulsa aquí

Beto Nahmad

Las estrellas están ahí, sólo debes mirarlas

Kurt Cobain

En cada deseo no encuentro al otro, sino que me encuentro a mí

El parque de las esculturas de Baemigumi (en la jerga de los pescadores significa la proa de un barco haciendo alusión a la forma del parque) está situado en la isla de Mo y es propiedad del esculltor Lee Il-ho, quien vive, trabaja y expone sus obras en este lugar tan especial. Sus esculturas simbolizan el amor, el erotismo, el dolor y la metempsícosis o paso de las almas. Temas recurrentes en la obra de Lee marcado por una infancia solitaria y llena de dificultades.

La isla de Mo estuvo desierta hasta finales del siglo XIX, cuando un pescador de la costa decidió instalarse allí. Huyendo de la frenética vida de la cuidad y de la tecnología avanzada el escultor ha logrado alcanzar su sueño: ser un artista en armonía con la naturaleza, precisamente en esta isla, su isla.

Time de Kim Ki-duk (2006)

Pérdidas

El pasado es una colección de silencios, pero hay partículas calladas, irrecuperables provincias de mutismo, albas y crepúsculos que quedaron ocultos, más allá de ese horizonte tan poco hospitalario; tallos que nunca se expandirán en rosas, oscuras golondrinas que se aclararán en uno que otro vuelo.

Lo perdido tuvo color pero ahora es incoloro. Los latidos del gastado corazón invaden nuestra noche, pero el insomnio actual tiene otra partitura. Lo perdido es también un par o dos de labios que probaron el sabor de los míos, y que ahora tan sólo puedo besar en mi memoria.

Lo perdido es la luna redonda que yo hacía ovalada en mi retina y el firmamento con estrellas que ahora es apenas un cielo raso.

Todo se va borrando, todo pasa a ser sombra y vacío. Y el obligado acabose no nos ayuda a hallarlo.

Mario Benedetti. Vivir adrede.