"Además de hablar de la guerra y sus rezagos, esta película intenta explorar sobre la idea de la recuperación de la autoestima como parte básica para proceso de curación.
Pero el camino a seguir no es fácil y muchas veces se convierte en un laberinto que nos hace repetir el mismo trazo, las mismas pautas para llevarnos constantemente a cometer los mismos errores, imposibilitando la reconciliación con nosotros mismos. La única manera de evitar este círculo es, tal vez, enfrentando directamente la herida, como dice el minotauro, solo hay un medio para matar al monstruo, aceptarlo.
El proceso de Fausta en la película se podría extrapolar al que vive el Perú después de una época oscura y difícil donde por décadas reinó el miedo, la violencia y la ignorancia. Pero donde aún perdura la sensación de querer cruzar los dedos esperando haber aprendido la lección. Y es que tal vez aún no la hemos aprendido.
La película propone ser críticos con nosotros mismos, con nuestros mecanismos de defensa y estar dispuestos a enfrentar la herida para empezar a sanarla".
La teta asustada de Claudia Llosa (2009)